Una conversación conmigo mismo (나와의 대화)

Conversación conmigo misma

Yo, con diecinueve años,
¿Debería decir que viviré los treinta años que tengo por delante?
¿O decir que no lo haré?

Esta parte del poema de Shin Yong-mok, 'En nuestro futuro accidental', me dio mucho en qué pensar y me hizo llorar. Me pregunté mucho cómo reaccionaría mi yo más joven si le contara sobre mi vida ahora. Intenté conectar con mi niño interior y hablar con mi yo adolescente.

Quedan muchos más días por venir
Cuando mi corazón se encoja,
Para mí, que soporto y borro el hoy para vivir,
¿Realmente tenías que decirme

Que la esperanza que esparciste en el futuro
¿No brotaría?

Mis piernas ceden,
Y no puedo respirar.

Tú, que has vivido,
¿Te apoyaste en los días en que reíste?
¿O los cubriste con el tiempo?

Ya lo sabes, ¿verdad?
Que viviré.
Dejando el resto de mi vida a ti,
Por ti y por mí,
Prométeme esto:
Crearás días hermosos
Para aferrarnos hasta el final de nuestras vidas,
Para que los días que hemos vivido
No sean tristes,
Y no duelan.

Yo, con diecinueve años
El tiempo de treinta años que tengo ante mí
¿Diré que lo viviré o que no lo haré?
(De <Si estamos en nuestro futuro accidental> de Shin Yong-mok)

Una parte del poema <Si estamos en nuestro futuro accidental> del poeta Shin Yong-mok. Me hizo pensar mucho y me hizo llorar. Tenía mucha curiosidad por saber cómo reaccionaría 'yo' de hace unos 30 años si le contara sobre mi vida actual. Intenté encontrar al niño que hay en mí y hablar con mi yo adolescente.

Que los días en que mi corazón se encoge
Son tantos,
Para mí, que soporto y borro el hoy para vivir
Tuviste que decírmelo
¿Por qué?

La esperanza que sembraste en el futuro
No va a brotar
Así que

Mis piernas se derriten
Y no puedo respirar

Tú que has vivido
¿Te apoyaste en los días en que reías?
¿O los cubriste con el tiempo?

Lo sabes, ¿verdad?
Que voy a vivir
Dejando el resto de mi vida en tus manos

Por ti y por mí
Prométeme esto
Que crearás días hermosos
Para abrazar hasta el final de nuestras vidas

Para que los días que hemos vivido
No sean tristes
Y no duelan